jueves, 4 de febrero de 2016

Hillary, I love you

    Ha llegado el momento de hablar de las elecciones en Estados Unidos.  Total, sólo ocurre cada cuatro años, son muy entretenidas y presentan un abanico de personajes variopintos que van de los que se lo creen de verdad hasta los que van por  allí a echar un rato pasando por, sistemáticamente en las últimas ocasiones, un millonario con ideas espeluznantes que cumple aquella máxima de no sé qué boxeador famoso que decía que si tienes cien millones de dolares también tienes cien milones de amigos. Esta vez va a ser de las entretenidas, porque no se presenta Obama y ya sabemos que si Obama se presenta, gana.

    El verano pasado estaba yo en visitando Washington y en una tienda de baratijas de recuerdo tuve en la mano y a punto de comprar, una taza para el desayuno con la foto de Hillary Clinton y su correspondiente declaración de amor universal, " I love Hillary", así como la impepinable bandera de barras y estrellas. No me la compré y decidí fotografiarla con mi móvil para mandársela a mis amigos, y ya se sabe que lo mío no es la telemática, porque en el camino del móvil a las redes sociales la foto se perdió. Y puede que si me acerco a USA en los próximos meses, me la compre y me la traiga a este lado del Atlántico pase lo que pase con las elecciones, porque es verdad: I love Hillary; y si pudiera o sirviera de algo, haría campaña por ella. Y  me pregunto, cómo no nos dejan a los no estadounidenses hacer campaña y hasta votar al futuro presidente, que a veces tiene más influencia sobre nuestras vidas que nuestro propio gobierno. Yo votaría por Hillary con los ojos cerrados, a pesar de las muchas que se le pueden achacar y de que ya veo que muchos de ustedes están poniendo el grito en el cielo.

    Votaría por Hillary porque es mujer. Ya sé que eso del feminismo está pasado de moda y sobrepasado por las pluralidades, las centralidades, las confluencias y toda esa palabrería boba que algunos han hecho entrar en los parlamentos y sacado de las televisiones; pero para las que nacimos antes de 1980, ser mujer ha sido en muchos casos una carga más con la que andar por la vida. Para Hillary me consta que lo ha sido, y ha salido indemne de ello y probablemente más sabia y más fuerte. Los Estados Unidos ya han pasado por la prueba de tener un presidente de color, ahora habrá que ver si pasan la prueba de tener una mujer presidente. Y no  una mujer cualquiera, sino la mujer de otro presidente, que se las hizo ver de todos los colores y la corneó tan vilmente  como muchos hombres pueden cornear a muchas mujeres sin ser presidentes ni de la comunidad de vecinos. Una mujer que además de primera dama (un accidente) ya ha sido senadora, secretaria de estado y antes de todo ello, abogada de causas perdidas en Norteamérica como la seguridad social o los cuidados médicos para la infancia. Votó a favor de la guerra contra Irak, de acuerdo, nadie es perfecto.

    Votaría a Hillary porque es inteligente, y el amo del mundo, con derecho a gatillo nuclear, más nos vale que sea inteligente que tonto, no me lo negarán. Tan inteligente, que aprendió de la campaña electoral del 2008, cuando una victoria que algunos le daban por cantada se la arrebató un chico nuevo en el cole de nombre Obama y ella, en vez de empecinarse contra él, se retiró a tiempo y se convirtió en secretaria de estado; ya decía Oscar Wilde que un ser inteligente suele reponerse de un fracaso, mientras que uno mediocre jamás se recupera de un triunfo. Tan inteligente, que se quedó al lado de Bill, perdonándole lo imperdonable porque, como declaró en la prensa, "desde hace treinta años, es la persona más interesante que conozco".

    Votaría a Hillary porque sabe de qué va ésto; independientemente de que en USA hacen falta unos cuantos millones (de dólares y de amigos) para hacer carrera política. Porque si no la votan a ella, va a ser presidente un loco con el pelo teñido, y con todos esos millones de dólares (y puede que hasta de amigos) para gastar en poner el mundo boca abajo. Votaría a Hillary porque era fea, miope y gordita y ahora es una señora de bastante buen ver, lo cual demuestra que mientras hay vida hay esperanza. Y votaría a Hillary porque ya es abuela, y si se leen mi entrada de febrero del 2013 ("Todo para mis nietos") ya va siendo hora de volver a los gobernantes de una cierta edad, que al menos intentarán preservar un mundo mejor para sus nietos, si no lo han conseguido para sus hijos en el primer intento.

    Votaría a Hillary porque la primera dama será su marido Bill, que también es un señor inteligente, salido de la nada, culto como pocos (saben que se ha leído El Quijote dos veces y que es uno de sus libros de cabecera? ) y que si no se le vuelven a ir las manos detrás de las becarias puede ser de cierta ayuda tenerlo en la Casa Blanca y con hilo directo con el Despacho Oval. Por cierto, en qué ocupará Bill sus días y sus horas cuando sea Primera Dama? Yo votaría a Hillary porque es humana, se equivoca con los correos electrónicas, confunde los aeropuertos de las repúblicas balcánicas y es un poco mentirosilla, quizás lo justo para ser una política de altura. Votaría a Hillary porque es empecinada y machacona (como una que yo me sé) y animo a todos mis lectores norteamericanos, que sé que los tengo, a que la voten y su país siga siendo un país moderno, eficaz y optimista, y  con un poco de suerte, con unas cuantas pistolas y rifles menos menos danzando por las calles. Ya está, he tomado oficialmente partido por ella. Ahora no me pregunten si votaría a un gobierno presidido por Pedro I el Breve...La respuesta es mucho más difícil de explicar.

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