martes, 10 de noviembre de 2015

Lo que de verdad importa

    Supongo que pertenezco a ese 90 % de la humanidad que pasa la vida preocupándose de cosas que no tienen importancia y pasando de largo sobre lo que de verdad importa. El porcentaje me lo he sacado yo de la manga, porque sin que haya estadísticas sobre la materia, estoy convencida que en este grupo entramos casi todos los humanos, incapaces de discernir en muchos momentos de nuestra vida lo que tiene enjundia y lo que no, y sólo conscientes de ello cuando le vemos las orejas al lobo o estamos con un pie en la tumba y ya es demasiado tarde. Qué triste destino. 

    Será posible tener la inspiración necesaria en cada momento de tu vida para saber lo que de verdad importa? Es difícil. Y no podríamos tener todos y cada uno un Pepito Grillo como el de la película que nos avisara cuando nos metemos por vericuetos oscuros y, sobre todo, que nos avisara de que estamos perdiendo tiempo y energía en batallas inútiles? Yo, desde luego, si existierna los Pepitos Grillos en venta libre, estaría dispuesto a pagarles su peso en oro!

    Servidora es peleona por naturaleza. A ver si me explico: no creo haberle dado una bofetada a nadie en mi vida, ni disparado un tiro a un miserable pajarillo; pero soy capaz de dejarme todas las neuronas de mi cerebro para reclamarle a la compañía telefónica una factura cobrada con exceso o a una compañía aérea una indemnización por una maleta perdida. Soy capaz de llevar cuatro años escribiendo este blog repitiendo cosas tan elementales como que hay que votar o sino callarse, y soy capaz de perseguir a mis herederos hasta el catre cuando me dejan el cuarto de baño hecho un pantano. Llamo a la policia municipal cuando los coches aparcan delante de mi garaje, les doy la brasa a los vecinos que sacan la bolsa de basura a la calle cuando no toca y más de una vez, en mis años de vida española tiré un cubo de agua por la ventana a los que se empeñaban en cantar "el vino que tiene Asunción" a las cuatro de la mañana debajo de la misma. He firmado manifiestos a puñados, me llegan peticiones varias de www.change.org y dos de cada tres las firmo también, y hasta hace poco, me manifestaba por las calles sin que me lo tuvieran que pedir con mucha insistencia. Y como a  toda persona peleona, me está llegando la hora de reflexionar sobre la utilidad de tanta batalla, que no sobre su buen fundamento. 

    Y digo yo que, a ver si con tanta batalla por lo ajeno, por intentar educar al prójimo como a tí mismo y por pensar (inútilmente) que el mundo es un lugar mejorable gracias al esfuerzo propio (mala influencia de los scouts a los que pertenecí en mi infancia) no me estaré perdiendo alguna batalla que me está pasando cerca y que requerirá todos mis esfuerzos de aguerrida luchadora. Digo yo igualmente, que lo que de verdad importa es, unas  veces tan nimio, y otras tan obvio que los seres atropellados como yo tendemos a no verlo. Lo que de verdad importa son ese conjunto de cosas que damos por sentadas y que el día que nos faltan, ay!...Mejor no pensarlo. Lo que de verdad importa es, para nuestra desgracia, lo que en el día a día nos viene gratis y por eso mismo no parece tener ninguna importancia. Y todo lo que no importa son ese magma de litigios, rabietas, multas por pagar, recibos por reclamar, pagas extras, ropa de rebajas, exámenes de las criaturas, horas extraescolares, listas de supermercado, fotos en redes sociales, entradas de cine y conciertos, llamadas por contestar, citas en el dentista, regalos de Navidad, averías y desagües, calcetines desparejados, garbanzos en remojo, abonos de metro perdido, llaves extraviadas, medicinas caducadas y jerseys encogidos y me paro por el momento. Cuando consigamos de una maldita vez quitarnos ese peso de encima, llegaremos por fin a lo que de verdad importa...Digo yo!

    Y a la hora en la que esto escribo, dice Cataluña que se va a ir desconectando de España y haciéndose una república, con su presidente, su  bandera, su himno y todo...No sé si eso, en este momento, forma parte de la lista de lo que de verdad importa, me queda la duda.

   

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