martes, 25 de noviembre de 2014

Que cunda el ejemplo

    Hace muchos, muchos años, yo estaba en el coche con mi padre una mañana veraniega  de domingo haciendo cola en una gasolinera. Valga recordar que entonces, se hacía cola en las gasolineras porque no existía el autoservicio,  y la operación de repostaje, ya lenta de por sí, se alargaba frecuentemente con el lavado de cristales que te hacía el empleado del lugar para sacarse unos duros de propina. Cuando ya era nuestro turno, de repente un niñato a bordo de un Renault 5 (que era el coche de los niñatos de entonces) se nos coló vilmente y por la cara y mi padre, de quien yo no heredé precisamente este gen peleón que me habita, salió del coche a pedirle amablemente que se pusiera a la cola como todo el mundo. El niñato se le encaró y dijo que pasaba por delante porque él era el hijo del dueño. Sin un mal gesto por su parte, mi padre regresó al coche y me dijo:
- "has oído lo que me ha dicho ese mequetrefe? Pues que te quede claro hija, si algún día eres famosa, o jefe de algún negociado, o tienes responsabilidades , el ejemplo es lo único que sirve para predicar". 

   He intentado no olvidarlo a pesar de que esta anécdota se remonta al Pleistoceno de mi vida, y me consta (por lo que me cuesta) que predicar con ejemplo es dificilísimo y sin embargo, como bien me señaló mi padre hace tantos años, la única manera de andar por la vida cuando se tienen que rendir cuentas. Y si uno es empleado, padre de familia, o simplemente ciudadano de a pie, lo de rendir cuentas es inevitable.   Es más, si se es ciudadano electo, elegido por otros ciudadanos votantes, la ejemplaridad debería ser tan importante como atenerse al quinto mandamiento, que es uno de los pocos en los que están de acuerdo creyentes y no creyentes. No parece que el mensaje haya calado lo suficiente.

    Queiren un ejemplo? Pues el señor Monago, pillado con las manos en la masa y las piernas por los aires, si se me permite el chiste fácil. Toda su labor de regeneración política en Extremadura y la buena prensa adquirida a cuenta de ser bombero y un verso suelto en el PP ha saltado (otra vez el chiste fácil) por los aires. Total, por unos billetes de avión que muy probablemente hubiera podido pagarse de su bolsillo, que tampoco creo yo que lo tenga tan dolorido. Las señoras maduras abducidas por Intereconomía (conozco unas cuantas e icluso comparto con algunas la sangre de mis venas) me dicen que hay un complot de los socialistas detrás de esta vaina para defenestrarlo. Habrá que recordar a las señoras maduras, o mejor, a las más maduras que yo, que en Intereconomía hizo sus primeros pinitos televisivos Pablo Iglesias (ya ven qué Patio de Monipidio)  y que, complot o no, el ejemplo es el ejemplo. 

    Otro más? La Pantoja. Lista como ella sola para sacarle al Hola! veinte millones de pesetas de las de 1985 a cambio de contar su dolor y llenar las plazas de toros de España cantando canciones empalagosas con su Paquirrín en brazos, un talento como otro cualquiera. Total, para acabar en la cárcel de Alcalá de Guadaira por unos fajos de billetes (de acuerdo, eran muchos) en unas bolsas de basura. Ella, que no era pobre precisamente, hubiera podido limitarse a dar ejemplo y seguir cantando "Marinero de luces"; a estas horas estaría libre como un pajarillo y no ensayando "Los peces en el río" con el coro de la cárcel. 

    Pero no todo está perdido. Los jugadores del Rayo Vallecano, que son profesionales de Primera División, aunque todos juntos en un año deben cobrar lo que Cristiano Ronaldo él solo en tres meses, van a pagar de sus bolsillos el alquiler de la nueva vivienda de Carmen Martínez Ayuso, esta sí, una pobre señora de 85 años desahuciada de su casa por impago de una deuda contraída por su hijo. Todavía hay esperanza y...que cunda el ejemplo, por difícil que sea.

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