viernes, 1 de agosto de 2014

No wifi? No blog.

    A día de hoy, primero de agosto, no sé si aún me quedaràn lectores, y si no me quedan bien merecido lo tengo. Me explico: que estoy de vacaciones ya lo anuncié hace diez días y que estoy recorriendo España cual si fuera una caravana electoral ya lo saben mis amigos de Facebook y mis conocidos. Tengo todo el tiempo  del mundo para escribir y mil y una ideas que me atraviesan el espíritu; y me paso el día apuntando frases, dichos y chascarrillos varios en la libreta que siempre va conmigo. A priori, se reunen todas las condiciones necesarias para publicar una entrada diaria pero...ay! Me falta la wifi, un detalle nimio para alguien que, como yo, piensa que con un boli y un papel se llega al fin del mundo, pero un obstàculo insuperable para ese mismo alguien (servidora)  una vez metida a bloguera.

    Pensarán ustedes que estoy veraneando en la isla Peregil o las Chafarinas, que deben ser dos de los tres o cuatro sitios que queden sin conexión en toda la geografía hispana, pero no; simplemente no tengo 3G, un móvil de mierda y pocas ganas de ir a los bares ruidosos donde a cambio de poder escribir  y de tomarme un café espeso y quemado (inciso: cuando aprenderàn los bares españoles a no quemar el café? )  me tengo que tragar dos o tres telediarios con el careto de Pujol y su familia o los fichajes del Real Madrid. Gran dilema. Y ya saben ustedes que mis principios me impiden pagar a las compañías telefónicas (chorizos del mundo uníos) por tener acceso libre a las redes, así que, ya saben habrà blog cuando, como ahora, esté en una casa donde me presten la red; y como cosas me están ocurriendo y tengo para dar y contar, les propinaré la serie veraniega completa con un poco de retraso, se siente.

   Mientras tanto, sigo teniendo la mala costumbre de pasar mis veranos en sitios donde la conexión telefónica es mala y la wifi inexistente, lo cual me ha granjeado la enemistad de mis hijos, que piensan que el siguiente paso será vestirnos con pieles y salir a cazar el sustento diario! Les aseguro que es posible esta vida fuera del alcance de las redes sociales y sus tentáculos y fuera de toda onda que trasmita algo. Les garantizo que no pasa nada por no saber cuánto robó exactamente Jordi Pujol y  de qué manera, ni por no saber cuánto ha pagado el Madrid por James Rodriguez, ni qué temperatura hará mañana en Cuenca ni cuántos parados menos hay en julio con los que el gobierno sigue pretendiendo hacernos creer que la cosa va mejor.

   Les puedo dar unos consejos a riesgo de que me tachen de antigua y petarda: miren al cielo por las noches, de aquí al dia 10 hay lluvia de estrellas casi todos los días;  miren como sube y baja la marea durante al menos una hora (el mejor mantra que conozco)  vayan a comprar a los mercados donde carniceros, fruteros y pescaderas les contarán de qué va la vida realmente, los saben mejor que nadie. Los que estén en España,  tómense unos churritos cada mañana, que son terapeuticos, nunca me cansaré de decirlo. Y todos a leer : mi elección veraniega es "La verdad sobre el caso Harry Quebert" de Joel Dickert, en mi caso en francés, pero la traducción es buena. Y a recuperar horas de conversación con los seres queridos. Para todo eso no hace falta wifi, para escribir un blog sí...qué lástima.

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